jueves, 16 de junio de 2011

Última reflexión rápida sobre el #2CBS

Durante estas semanas tan 0.0 (ceropuntocero, tan atosigado por el trabajo estoy que ni para encender la TV tengo tiempo), he podido observar en mi TimeLine de Twitter cierta adversidad y crispación por la presencia institucional y empresarial en el 2º Congreso de la Blogosfera Sanitaria.

Cierto es que mi opinión de novato (llevo escribiendo esto apenas un mes) puede estar sesgada, pero quizás no he observado a la Blogosfera Sanitaria de la manera que otros que llevan más tiempo en esto si lo han hecho. Hasta ahora he considerado a la blogosfera sanitaria como un  punto de encuentro donde diferentes profesionales por fin llevan a cabo esa interacción tan necesaria entre las diferentes profesiones,  centrándonos en diferentes aspectos de gestión, comunicación... cuyo fin es ofrecer una mejor asistencia sanitaria.

Bajo esta hipótesis, no veo sobrante,
si no necesaria la presencia de todos estos agentes industriales, institucionales y otros que puedan darse, en este tipo de encuentros con el fin de manifestar intenciones, propuestas y responsabilidades, de manera que el debate sanitario sea realmente democrático. Cierto es que la posición de patrocinador podría sesgar dicha democracia aunque, considero que los que asistimos estamos ya suficientemente creciditos, concienciados (que vamos un sábado!), y sabremos discernir el marketing de la ciencia.  


Considero que esta lógica está acorde con la toma de decisiones hoy en dia, ya en la agenda de la mayoría de consultorías. La toma de decisiones clínicas está cada vez más descentralizada (y todavía más su ejecución), especialmente las de prescripción, aquellas donde la influencia empresarial despierta más desapego. Concretamente, las agencias regulatorias, asociaciones de pacientes, el propio paciente, los gestores de farmacia y hospital, los farmacéuticos oficinales, los conocidos KOL... influyen en las prescripciones (favoreciendo y/o imposibilitando opciones) y sobre todo, en la ejecución de éstas por parte del paciente.


Supongo que mi transfondo académico, me insta ya a pensar que las iniciativas emprendedoras, los convenios publico-privados, acuerdos de transferencia tecnológica y la generación de empresas de base tecnológica son puntos positivos que dan credibilidad y viabilidad a una propuesta de futuro que genere mejoras en la sociedad.  No obstante, parece ser que en el ámbito clínico estas relaciones no se han observado con el mismo buen grado, y es que quizás ha habido quien ha confundido (deliberadamente?) ciencia con marketing.

Prejuicios (a favor o en contra) aparte, no digo más. Espero mañana desvirtualizar a muchas personas que desde diferentes perspectivas  y gracias a la blogosfera me han hecho ver cosas que de otro modo no hubiese visto, ni hubiese actuado en consecuencia, y con esto, adelante bloggers, a intercambiar! 

2 comentarios:

  1. Muy interesante la reflexión y con mucho de escuchar de los que estáis trabajando en un sector como el tuyo. Me ha gustado mucho.
    El problema de todas formas es sencillo. Es un tema de paradigma, de lo que entendemos por modelo de salud y de la medicalización obviando otro tipo de intervenciones.
    El problema de la blogosfera y de algunos evangelizadores y colonizadores de la misma es este que ya contaba Galeano:


    El pastor Miguel Brun me contó que hace algunos años estuvo con los indios del Chaco paraguayo. El formaba parte de una misión evangelizadora. Los misioneros visitaron a un cacique que tenía prestigio de muy sabio. El cacique, un gordo quieto y callado, escuchó sin pestañear la propaganda religiosa que le leyeron en lengua de los indios. Cuando la lectura terminó, los misioneros se quedaron esperando.
    El cacique se tomó su tiempo. Después, opinó:
    - Eso rasca. Y rasca mucho, y rasca muy bien.
    Y sentenció:
    - Pero rasca donde no pica.

    Eduardo Galeano, “El libro de los abrazos”

    Y tenemos los cuerpos llagados de tanto rascar donde no pica lo más minimo ;)
    Abrazos!

    ResponderEliminar
  2. Agudas metáforas. Yo el cuerpo todavía lo tengo bastante "de fábrica" :D, aunque, ya he visto mucha metedura de pata (tanto en academia como en industria farmacéutica) por no pararse a escuchar durante dos minutos lo que tienen que decir a los que se supone que has de trabajar con/para/mediante ellos.

    Como dijiste alguna vez, hay que andarse con pies de plomo para que esta revolución democratizadora no caiga en una hipocondría paranoide generalizada (que beneficiaría a más gente de los que venden cajas con pastillas).

    De lo que se trata mañana es de decirnos qué es lo que nos pica, e intentar rascarnos entre todos. Ver que granito de arena podemos aportar. Muchos querrán hacer negocio con el tema, a mi me enseñaron en la facultad que estaba bien eso del "derecho lícito al lucro" del que hablaba Adam Smith. Pero cierto es que no con todo se puede. Habrá que montar aqui también un #consensodemínimos?

    Grandes abrazos!

    ResponderEliminar

Seguro que se te ocurre algo más, suéltalo: